Los planes para transmitir en vivo las competencias de los
Juegos Olímpicos en seis zonas de la capital de Japón fueron cancelados,
anunció el sábado la gobernadora de Tokio, mientras crece la preocupación sobre
la pandemia del coronavirus en el país, que tiene una de las campañas de
vacunación más lentas del mundo desarrollado.
“Estas son medidas necesarias para que los Juegos Olímpicos
y Paralímpicos de Tokio sean un éxito”, dijo Yuriko Koike a reporteros tras una
reunión con el primer ministro, Yoshihide Suga.
Los parques de Inokashira y Yoyogi y una universidad de la
ciudad estaban en la lista de lugares donde se podrían ver en vivo los Juegos,
que comenzarán el 23 de julio.
Estos mismos sitios se ofrecerán ahora como puntos de
vacunación, afirmó Koike, que añadió que Suga se mostró comprensivo.
Algunos expertos médicos han expresado su preocupación por
la celebración de la cita olímpica, que implica la entrada al país de decenas
de miles de deportistas, árbitros, mandatarios y reporteros.
La presencia de aficionados extranjeros se prohibió hace
meses, y se espera que los organizadores anuncien el lunes qué ocurrirá con los
locales. La recomendación de un grupo de asesores encabezado por el doctor
Shigeru Omi, que fue entregada al gobierno y a los organizadores el viernes,
señala que la opción más segura es que se celebren sin fanáticos.
Apenas alrededor del 6% de la población de Japón está
totalmente inmunizada contra el coronavirus. Empresas como la automotriz Toyota
Motor Corp. y el conglomerado tecnológico SoftBank empezarán a inocular a sus
trabajadores y a sus familias con la vacuna desarrollada por Moderna en una
campaña masiva a partir del lunes. Japón depende por completo de la importación
de vacunas y la única otra que aplica es la de Pfizer y BioNTech.
Varias encuestas de opinión muestran que la mayoría de la
población nipona se opone a la celebración de los Juegos.