TOKIO (AP) — Los espectadores procedentes del extranjero no
podrán asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio, anunciaron el sábado el Comité
Olímpico Internacional y los organizadores locales a cuatro meses del inicio de
la demorada cita olímpica.
La decisión se hizo pública tras una videoconferencia entre
el COI, el gobierno japonés y el de Tokio, el Comité Paralímpico Internacional
y el comité organizador.
La medida se esperaba y se rumoreaba desde hace meses. Las
autoridades alegaron que el riesgo de recibir espectadores de otros países era
demasiado grande en plena pandemia del coronavirus, una idea a la que la
población nipona se oponía. El país ha confirmado unos 8.800 decesos a causa
del COVID-19 y ha controlado el virus mejor que la mayoría de los demás países.
“Con el fin de dar claridad a los titulares de boletos que
viven en otros países y para permitirles ajustar sus planes de viaje en esta
etapa, las partes del lado japonés han llegado a la conclusión de que no podrán
ingresar a Japón en el momento de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos”, afirmó
el comité organización en un comunicado.
Los aficionados de fuera de Japón habrían comprado alrededor
de un millón de boletos. Los organizadores han prometido reembolsos, pero esto
deben determinarlo los llamados revendedores de entradas autorizados, que
gestionan las compras fuera del país. Estos intermediarios aplican tasas de
hasta el 20% sobre el importe del ticket, y no está claro si esa tarifa se
devolverá.
“Podríamos esperar hasta el último momento para decidir,
excepto por los espectadores” dijo Seiko Hashimoto, presidenta del comité
organizador. “Ellos tienen que conseguir alojamiento y vuelos. Así que teníamos
que decidir pronto o les causaríamos muchos inconvenientes. Sé que este es un
asunto muy complicado.”
El presidente del COI, Thomas Bach, calificó la decisión
como “dificil”, y apuntó que “Tenemos que tomar decisiones que pueden requerir
el sacrificio de todos”.
La carga financiera por la pérdida de estas ventas recaerá
en Japón. El presupuesto del comité organizador local contemplaba unos ingresos
de 800 millones de dólares por ese concepto, la tercera mayor partida dentro de
la financiación privada. Cualquier déficit en el presupuesto tendrá que ser
asumido por el gobierno.
En total, Japón invierte oficialmente 15.400 millones de
dólares en la organización de los Juegos. Varias auditorías gubernamentales
indican que el costo real puede ascender a hasta el doble. A excepción de 6.700
millones, el resto son fondos públicos.