Hay momentos en la vida que ya nadie espera vivir y que de repente llegan como una especie de milagro, como una resurrección. Si esa resurrección surge en la noche de Halloween alguien podría creer que el guionista se ha excedido. Y si el protagonista es Derrick Rose... todo se puede tornar increíble.
¡Sí, Rose ha resucitado en la noche de Halloween! La megaestrella a la que arruinaron las lesiones volvió de entre los muertos para ofrecer su mejor actuación ofensiva desde que juega en la NBA. La última vez que había llegado a los 40 puntos se remontaba al 18 de marzo de 2011, el año en el que fue MVP de la liga. Pues bien, ¡¡¡esta noche ha metido 50, sí, 50 puntos!!!
Rose hizo su partido soñado cuando ya nadie lo esperaba. Terminó el Wolves-Jazz con 50 puntos, 6 asistencias, 4 rebotes y 4 triples. Su físico le dio para jugar 41 minutos y para lanzar 31 veces a canasta con bastante acierto, también para meter 4 triples. Y encima su equipo ganó 128-125 gracias a su tremenda actuación en los momentos decisivos.
En esa recta final, Rose anotó una formidable canasta bajo el aro engañando con un amago de fantasía a Rudy Gobert, encestó un gancho cercano a canasta para poner el 125-123 a 48 segundos del final, acertó con 2 tiros libres que supusieron el 128-125 con 13,8 segundos por jugar y taponó el intento triple de Dante Exum que buscaba la prórroga.
Todo un logro mayúsculo. Porque no olvidemos la trayectoria de Rose: Novato del Año en 2009, el MVP más joven de la historia en 2011, lesión grave de rodilla en 2012, otras lesión muy seria de rodilla en 2013 y otro destrozo en la rodilla en 2015 para hacer llorar al más pintado. Por eso, verle hoy llorar de alegría y no de tristeza ha tocado el corazón de todos los amantes del baloncesto.