Houston Rockets visitaba anoche el Target Center, pabellón de Minnesota Timberwolves, en un partido a vida o muerte para ellos, ya que se encontraban novenos en la clasificación a un partido de los puesto de PlayOffsy solamente dos por jugarse, por lo que una derrota les dejaría prácticamente sin opciones de clasificarse; aunque tenían obviamente un ojo puesto en uno de los partidos más atractivos de la jornada, el que enfrentaba a séptimos y octavos del Oeste (Mavericks y Jazz), y según el resultado del cual podrían incluso alcanzar a los de Salt Lake City en la clasificación. Los Timberwolves, por su parte, están ya sin opciones de nada, pero jugando el mejor baloncesto de toda la temporada y obteniendo victorias de prestigio y buen juego que les dan mucha moral de cara a próxima campañas y que evidencian la evolución que ha ido sufriendo el equipo durante la regular season. Por tanto, los Rockets no podían contar el partido como una victoria fácil, sino que tendrían que sudar y desplegar su mejor juego si querían llevarse la victoria para casa y mantener las esperanzas de clasificación intactas.
Sabiendo de la importancia del partido, los Rockets salieron mejor al parqué y en los primeros minutos ya habían conseguido algo de ventaja gracias a Ariza y Howard principalmente. Mediado el cuarto Harden tomaba el relevo de Ariza y las diferencias seguían creciendo, superando ya en algunos momentos la decena. Tanto fue así que en el último minuto consiguieron un pequeño parcial de 7-0 y situaron la mayor diferencia de todo el cuarto para cerrarlo, 38-21.
A los locales les había costado horrores anotar una canasta en juego en el primer periodo, y así siguió durante el segundo. Mediado el cuarto los Rockets habían llegado ya a los 50 puntos y sacaban más de 20 a los Timberwolves; Dwight Howard hacía lo que quería en la zona, James Harden iba hundiendo poco a poco a los Wolves con cada tiro libre y suspensión sin hacerse ver demasiado y Sam Mitchell no sabía como contrarrestar la avalancha que se le estaba viniendo encima. El 68-47 con el que se llegó al