Quiere que su hijo le siga los pasos; piensa en ser Salón de la Fama
SANTO DOMINGO. Alex Rodríguez dijo que se iba al final de la próxima temporada. Pero luego lo puso en duda. Celebrará su cumpleaños 41 para el 27 de julio de 2017. Bartolo Colón ha puesto en duda retirarse una vez finalice esta temporada. Cumplirá 43 el próximo 24 de mayo. Ambos juegan en Nueva York, uno para los Yanquis y otro para los Mets.
Unos 340 kilómetros más hacia el Este, David Ortiz mantenía su palabra que ofreció el pasado 18 de noviembre, fecha de su cumpleaños número 40.
En una extensa entrevista al diario Boston Globe, el Big Papi no sólo declinó mantenerse en acción con los Medias Rojas de Boston, conjunto al que ayudó a ganar dos series mundiales, sino que desconoce el momento en que acepte alguna función en el juego. De momento estará por Miami, ese es su plan, para el próximo año, donde construye una casa.
Aun así mantiene su casa en Boston, pero el frío de la temporada lo hace pensar en el clima cálido de Miami.
Eso tienta más al Big Papi, en lugar de pensar en otros US$10 millones y aumentar sus números en Grandes Ligas. Para nada. “He terminado”, aseguró Ortiz en la extensa entrevista fechada en Fort Myers, Florida. “Voy a tener 41 el próximo año, y cada temporada se vuelve más difícil prepararse”.
Ortiz dejó boquiabiertos a todos cuando dijo que se marchaba del juego. Lo sigue reafirmando. “Lo pensé mucho, y como ya he dicho, era un capítulo de mi vida y ahora me voy a otra cosa. He estado pensando en ello durante un tiempo. Es mi tiempo.”
¿Salón de la Fama?
Eso está en la mente de David Ortiz, según le dijo al periodista Peter Abraham, del Globe. “No voy a mentir y decir que no. Pero no es mi decisión. Creo que lo que hice, si lo comparamos con otros jugadores, es una gran carrera. Estoy orgulloso de lo que hice en este juego”, expresó Ortiz.
Se ha comentado en varias ocasiones que Ortiz puede quebrar el muro que existe contra los bateadores designados para entrar al Salón de la Fama. Sus 500 jonrones, líder en 2006 con 54, dos lideratos de vueltas empujadas; mil 641 en total y un promedio de 118 en su carrera de 19 años y dos series mundiales, parecen ser factores muy contundentes para que se lleve el beneficio de los votantes. “Ya veremos”, dijo.
El duelo con Mussina
Mike Mussina fue un gran lanzador en la Liga Americana, y que Ortiz comenzó a ver desde 1997. En los primeros enfrentamientos, Mussina fue un verdugo contra Ortiz. Algo que reconoce. Luego, cambió todo. “Mike me ponchó un montón al principio de mi carrera”, señala. “Pero una vez que empecé a verlo más a menudo, empecé a pegarle mejor. Tenía tres ángulos diferentes para sus lanzamientos. Pero yo lo descubrí”. Ortiz fue ponchado en 27 ocasiones por Mussina. El dominio era tal, que le conectó dos hits en sus primeros 29 turnos al bate con 14 ponches incluidos. Pero después se fue de 45-16, con cuatro jonrones y un promedio de .356.
Lo más feliz
Para Ortiz, refiere, su momento más divertido fue ganar su primera Serie Mundial en el 2004. “Eso fue una locura. Eso fue sin duda el mejor momento, debido a todo lo que significaba para nosotros y para los aficionados”, dijo Ortiz, quien sin titubear responde que el mejor lanzador que haya enfrentado es “Pedro Martínez”, precisamente la persona, afirma, que más ha influenciado en él. “Aun lo hace”.
Quiere que su hijo juegue béisbol
D’Angelo Ortiz, de 11 años, es hijo de David. Algunos padres dejan en sus hijos la decisión de elegir lo que quieran ser. Ortiz sueña con que D’Angelo le siga los pasos. “Con suerte”, responde. “Esta es una carrera maravillosa. El béisbol es una carrera que es un deporte duro, pero si nos fijamos en los jugadores de béisbol, somos bastante humildes en comparación con otros deportes”.
En ese sentido destaca que “no se oye acerca de los jugadores de béisbol meterse en problemas como otros deportes. Se mantiene la mente ocupada pensando en el juego. No tienes mucho tiempo para pensar en otras cosas. No hay mucho espacio para hacer cosas estúpidas. Esa es mi experiencia personal”. Y es así. No se puede señalar a Ortiz ni dentro ni fuera del juego. “Me gustaría definitivamente que mi hijo sea como yo y mantenerse él mismo ocupado. Cuanto más ocupado usted se mantenga, en menos problemas va a entrar”.