LeBron James no vivió su mejor experiencia por segunda Navidad consecutiva después de ver cómo su equipo perdió a domicilio por 106-111 ante los Clippers de Los Angeles y además sufría una recaída en la lesión que arrastra en la ingle derecha.
Una colisión con el base Patrick Beverley, de los Clippers, en el primer cuarto del partido que la pasada noche ambos equipos angelinos disputaron en el Staples Center causó que James se agravara la lesión de la ingle y podría obligarlo a perderse los próximos partidos que tiene previsto disputar el equipo.
“Me sentí bien al comenzar el partido”, declaró la estrella de los Lakers de Los Angeles después de terminar con 23 puntos tras encestar 9 de 24 tiros de campo, con 10 asistencias y 9 rebotes. “Me arrodillé al recibir una carga de Pat Beverley, y eso me devolvió a donde estaba hace cinco días”.
James, que la próxima semana cumplirá 35 años, ya había sido baja en el partido anterior que disputaron los Lakers contra los Nuggets de Denver y que también perdieron por 104-128.
La Navidad del pasado año, James sufrió una rotura en la ingle izquierda en un encuentro contra los Warriors de Golden State, la primera lesión importante de su carrera, y que le costó perderse 17 partidos de competición y al equipo quedarse fuera de los playoffs.
El destacado jugador no tuvo ayer su mejor juego tras registrar la peor marca en intentos de triple (2-12) que ha tenido en un partido durante sus 17 años de carrera profesional, e intentó solo cuatro tiros de personal, ya que sus penetraciones a canastas fueron muy limitadas.
Aunque los Lakers enfrentan una racha perdedora de cuatro derrotas consecutivas, la peor en lo que va de temporada, los directivos ya han hablado con James para convencerlo de que lo importante que es que descanse y comience el proceso de rehabilitación de la lesión y no vuelva a la competición hasta que esté completamente recuperado.
Los Lakers tendrán un complicado fin de semana con los duelos consecutivos, el primero de visitantes ante los Trail Blazers de Portland y el domingo de locales frente a los Mavericks de Dallas.
James, que ha rechazado repetidamente la sensación que se tiene sobre la sobrecarga de minutos que ya arrastra en lo que va de temporada, fue colocado oficialmente por el equipo en la lista de la evaluación diaria de su estado físico.
“Sinceramente, ni siquiera he pensado en Portland todavía”, comentó James tras el partido ante los Clippers. “Si me siento bien, ayudaré al equipo, pero habrá que esperar y ver qué pasa”.
Los Lakers insisten en que el objetivo con James es que lo necesitan durante los seis meses que dura la competición si al final logran estar de nuevo en los playoffs, y por lo tanto esa será la prioridad principal y de ahí de tratar que los problemas físicos que puedan afectarle no vayan a más y le puedan generar una lesión más grave, como sucedió la pasada temporada.
