¿Acaban los Mets de desplazar a los Nacionales como los favoritos para coronarse en el Este de la Liga Nacional en el 2015? El que piense de esa manera no estaría sólo.
El cañonero cubano Yoenis Céspedes transformó a los Mets cuando pasó a Nueva York en un canje con los Tigres el 31 de julio. Y es posible que los haya transformado por segunda ocasión el viernes por la noche al acordar un contrato de tres años y US$75 millones para volver con la novena de Queens.
Dado lo que hizo luego de pasar a las filas de los Mets, Céspedes ya se había ganado el aprecio de la fanaticada del club. Y ahora de seguro se convertirá en una especie de héroe popular luego de haber rechazado una oferta más larga de los Nacionales y posiblemente otro equipo para quedarse en Nueva York. Céspedes quiso permanecer con los Mets en gran parte porque se siente a gusto con el club. Está contento. Le caen bien sus compañeros y disfruta la Gran Manzana.
De pronto, el receso de temporada de los Mets luce completamente distinto. Luego de haber agregado también al intermedista Neil Walker, al torpedero venezolano Asdrúbal Cabrera y al relevista zurdo dominicano Antonio Bastardo, los campeones reinantes del Viejo Circuito son un equipo superior en comparación con la escuadra con la que empezaron la temporada del 2015.
En los 10 meses que han transcurrido desde entonces, los Mets han aprendido mucho acerca de cómo disputar y ganar juegos claves y manejar la presión de la postemporada. En una competencia reñida, la confianza cuenta.
Para lograr el acuerdo, los Mets le dieron la opción a Céspedes de salirse de su contrato después de un año y volver a probar suerte en el mercado de agentes libres. No es gran cosa. Los Mets están enfocados en ganar ahora mismo.
Haber llegado a la Serie Mundial en el 2015 le abrió el apetito a los Mets. Si Céspedes ayuda a Nueva York a regresar a la postemporada, el equipo quedará encantado con el contrato sin importar lo que decida el cubano el próximo invierno.
Pocos equipos han experimentado un cambio tan dramático como los Mets del 2015. No fue solamente la adquisición de Céspedes lo que marcó la diferencia, pero el cubano fue el catalizador principal.
Al momento de adquirir a Céspedes, Nueva York tenía marca de 53-50 y promediaba 3.5 carreras por partido. También incidieron los aportes del jardinero novato Michael Conforto y el regreso del antesalista David Wright de la lista de lesionados.
Pero el aporte de Céspedes fue increíble. Los Mets tuvieron foja de 37-22 después de su llegada. Y luego der ser uno de los peores equipos de Grandes Ligas durante los primeros cuatro meses de la campaña en cuanto a la producción ofensiva se refiere, fueron uno de los mejores en la recta final, ya que promediaron 5.4 carreras por partido.
En dos meses, Céspedes casi se metió en la conversación acerca del premio al Jugador Más Valioso de la Nacional. En 57 juegos en la temporada regular, empalmó 17 vuelacercas y remolcó 53 carreras para guiar a los Mets a su primer título divisional en nueve años.
Durante par de meses después de que terminó la temporada, los Mets no tenía mucha esperanza de renovar con Céspedes, ya que no estaban dispuestos a ofrecerle más de tres años y supusieron que el toletero encontraría una oferta mejor en otra parte.
Pero a veces el talento y los presupuestos no cuadran. No es una crítica de Céspedes. Muchas personas en el béisbol hablan maravillas de él. Tiene apenas 30 años de edad y es capaz de impactar el juego de muchas maneras. Ha jugado en el jardín izquierdo durante casi toda su carrera, pero se trasladó al bosque central en los Mets.
Céspedes no se destacó en su nueva posición, pero los Mets confían en que su habilidad atlética le permitirá mejorar. Además, su verdadero puesto es en la parte gruesa del orden ofensivo, donde no solamente produce carreras, sino que hace mejor a los bateadores que lo rodean.
Las últimas dos temporadas han respaldado el plan de acción de Alderson. Su reconstrucción de los Mets estuvo basada en adquirir cuan pitcheo de calidad le fuera posible. Estaba convencido de un cuerpo monticular compuesto de brazos jóvenes bajo control del equipo sería la fundación de un equipo contendiente. También confiaba en que podría reforzar el lineup del equipo sin tener que desprenderse de uno de esos brazos.
Hubo muchos momentos en que la decisión popular hubiese sido canjear a un lanzador para agregar producción ofensiva. En el 2015, los Mets disputaron su primera Serie Mundial en 15 años y aún cuentan con Matt Harvey, Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Steven Matz al frente de la mejor rotación en Grandes Ligas. Es un buen momento para ser fanático de los Mets. Y desde el viernes, es mejor aun.