Se esperaba el choque entre Golden State y San Antonio con tremenda expectación. Ambos equipos llegaban al encuentro como dos de los conjuntos más dominadores de la historia en temporada regular, pero a la hora de la verdad no hubo partido.
Los Warriors destrozaron a los Spurs por 120–90 en una noche en la que demostraron una tremenda superioridad desde el primer momento. San Antonio aguantó el embiste los 12 minutos iniciales, pero al descanso la diferencia era de 15 puntos y al término del tercer periodo se amplió hasta los 29.
Huracán Curry
Stephen Curry, en su línea habitual, no tuvo piedad de Kawhi Leonard o Tony Parker. El actual MVP terminó con 37 puntos, 5 robos y 4 asistencias con 6 de 9 en triples y 12 de 20 en tiros de campo.
Lo impresionante de Curry, como suele ocurrir muchas veces, es que apenas necesitó de 28 minutos en cancha para romper la defensa del equipo tejano siempre que quiso. Steve Kerr retiró a su mejor jugador cuando restaba un minuto para el final del tercer periodo y ya no volvió a la pista.
Aparte de Curry, cinco jugadores de los campeones se movieron entre los 11 y los 13 puntos y los Warriors repartieron un total de 32 asistencias.
Sin poder oponer resistencia
Gregg Popovich no encontró fórmulas para frenar a su rival. La defensa de los Spurs, la mejor de la NBA hasta el momento, estuvo totalmente desarbolada y en ataque acumularon 26 pérdidas de balón —peor marca del año para ellos— a causa de la presión de los Warriors y numerosos errores en el movimiento de balón.
“Mejor que mi general manager no estuviera en el vestuario o hubiese sido despedido”, dijo Popovich en referencia a la derrota y al reciente despido deDavid Blatt en Cleveland.
Leonard fue el máximo anotador del conjunto visitante con 16 puntos y 4 de 6 en tiros de campo, pero le faltó ayuda. LaMarcus Aldridge se quedó en 5 puntos con 2 de 9 en los lanzamientos y Tony Parker también sumó 5 puntos con 2 de 6.
“En este momento son mejores que nosotros. No estoy avergonzado”, comentó Manu Ginóbili.
La peor derrota en años
San Antonio, que tenía el mejor diferencial de la NBA esta temporada —en ritmo de convertirse en el mejor de la historia—, no había perdido por 30 puntos desde febrero de 2012, cuando cayeron por la misma diferencia en Portland cuatro años atrás.
Tercera mejor racha en casa de la historia
Los Warriors sumaron contra San Antonio su 39ª victoria consecutiva como local, la tercera mejor racha de la historia de la NBA. Por delante solo quedan dos equipos de la mítica temporada 1995–96: Chicago Bulls con 44 triunfos seguidos en el United Center y Orlando Magic con 40 en el desaparecido Amway Arena.
Los Warriors se sitúan ahora con una marca de 41-4 (la misma que los Bulls de 1996) y amplían ligeramente su ventaja sobre San Antonio (38-7) por el mejor balance de la temporada.
