La NBA ha emitido un comunicado en el que ha anunciado que la protesta de los Houston Rockets por los incidentes acontecidos en el encuentro ante San Antonio no han prosperado. En dicha reclamación, la franquicia texana aseguraba que durante el duelo no se concedió a James Harden una canasta que debió subir al marcador, lo que, afirman, fue determinante en la resolución de un choque que acabó yendo a la prórroga y cayó del lado de los Spurs. Dado que cuando la acción ocurrió quedaban 7 minutos y 50 segundos por jugarse, en Houston creían que debía repetirse dicho tramo de partido.
La Liga, sin embargo, no lo ha visto así. Aunque reconoce que la canasta debió contarse, asegura que los Rockets tenían tiempo suficiente para sobreponerse al fallo tanto en los minutos reglamentarios como en la prórroga, por lo que la protesta no está justificada. En otras palabras, la NBA considera que esta acción no fue la causa principal de la derrota de los de D’Antoni, conclusión que parece relativamente lógica dado que ganaban por 13 puntos cuando esta ocurrió.
Además, el comunicado señala el coach challenge solicitado por Houston debió haber sido aceptado. Durante el encuentro, los árbitros desestimaron esta petición debido a que habían transcurrido más de 30 segundos desde que se produjese la jugada, pero este periodo solo es aplicable cuando el tiempo muerto que interrumpe el partido es solicitado por el otro equipo o es obligatorio. Ya que en este caso fueron los propios Rockets quienes detuvieron el encuentro, tenían derecho a solicitar la revisión, por lo que los árbitros cometieron un segundo error al no concedérsela. Esto ha llevado a que los tres reciban medidas disciplinarias.