El próximo campeonato de béisbol otoño-invernal dedicado al inmortal Tomás Troncoso Cuesta, debe servir de pie de amigo para reivindicar, reconocer y poner ante la opinión pública y bajo las luces led del Estadio Quisqueya-Juan Marichal, la historia de nuestro pasado de bolas y strikes, que hizo sus aportes.
Major League es una mina inagotable de historias, porque su pasado lo ha hecho presente.
Revisando las amarillentas páginas de la obra “Beadle’s Dime Base-Player que se publicó por primera vez después de la convención del 14 de marzo de 1860, celebrada en Nueva York. El libro proporciona una historia muy breve de la pelota base, las reglas para la temporada de 1860, sus protagonistas y explica los detalles de cada posición del juego.
Es una pena que en nuestro país no tenemos réplicas del Gimnasio Escolar, del Estadio de La Primavera, del Hipódromo Perla Antillana, el Licey Park y poco a poco se está borrando por descuido y ausencia de mantenimiento el Estadio de La Normal.
Es bueno que se sepa, que desde el nacimiento de República Dominicana en 1844 hasta 1920, la mayoría del pueblo dominicano tuvo tres grandes pasiones: la religión católica, las lidias de gallos y los movimientos armados, hasta que prendió la chispa del béisbol.
En 1912, en Santo Domingo funcionaba la Liga Nacional de Béisbol al estilo de las ligas profesionales similares a las de Estados Unidos y Cuba. En 1912, la revista “Mefistófeles” decía en un editorial: "El baseball, que es un juego yanqui, nos gusta y ojalá se propagara en nuestra tierra".
En la revista “La Cuna de América” se lee: "Nada es comparable con la pasión capitalina por el baseball, que ha llegado a ser el deporte favorito de esta aldea sedentaria".
En 1951, para complacer al gobierno de Trujillo se tomó la infausta decisión de enterrar la historia pasada del béisbol y hemos seguido arrastrando este crimen de “lesa béisbol”. La historia no puede enterrarse de un plumazo, llegó el momento de que se desentierre la historia y se le dé el lugar que le corresponde a los héroes y equipos del pasado.
Una muestra de que se jugaba béisbol fue que el 16 de agosto de 1912 se inauguró el Campeonato Nacional de Béisbol organizado por la Liga Nacional de Baseball que presidía Ignacio Guerra con los equipos Licey, Nuevo Club y Ozama, dotado de un premio de $200 pesos para el campeón.
No olvidemos que el béisbol está íntimamente ligado a nosotros de una manera muy personal, pero es posible que no te des cuenta de cuánto está ligado también a la historia. Conocido como el “Pasatiempo Nacional”, el béisbol ha tenido un papel muy activo en la formación de esta nación.