En medio de la pandemia por coronavirus el primer pensamiento
que podría pasar por la mente de más de uno es que el Super Bowl LV fue un
éxito en términos de audiencia televisiva. No obstante, la realidad es otra.
De acuerdo con información Nielsen, la edición 55 del Super
Bowl, disputado entre Buccaneers y Chiefs, fue visto por un total de 96.4
millones de aficionados, lo que representa la cifra más baja desde la campaña
2007 (93.1 millones), año en el que los Colts vencieron a los Bears.
Según Dan Cohen, vicepresidente de la empresa Octagon, uno
de los motivos de la baja audiencia fue que el juego estuvo muy inclinado en
favor de los Buccaneers. Agregó que el momento con más espectadores fue en el
primer cuarto, cuando Tampa Bay tomó la delantera en el encuentro.
Esta es la segunda ocasión en los tres más recientes
partidos por el título de la NFL que no se rebasa la barrera de los 100
millones de televidentes. El duelo entre Chiefs y 49ers en Miami atrajo la
atención de 102 millones de espectadores.
No obstante, el Super Bowl LIV se quedó corto en sus
aspiraciones de ser el partido más visto en la historia. Esa marca le pertenece
al Super Bowl XLIX entre Patriots y Seahawks, el cual fue visto por 114
millones de personas.
No todo está perdido
A pesar de que las transmisiones de CBS no fueron las
mejores en televisión, el Super Bowl se hizo un lugar en los servicios de streaming.
De acuerdo con la cadena el encuentro promedio 5.7 milllones de consumidores
por minuto en plataformas en línea, lo que lo hace el partido más visto por
internet en la historia de la NFL.