David Ortiz emergió en Boston como uno de los mejores
bateadores de la Gran Carpa. Luego de salir del cuadro defensivo y permanecer
como bateador designado, su enfoque en ese lado del diamante adquirió mayor
cercanía para estudiar de rectas y curvas.
Ahora en el retiro, el expelotero comentó que no le agrada
cómo se juega hoy en día haciendo referencia al desenfreno de los bateadores
por sacarla del parque cada turno al bate que toman.
"Para mí es un desorden. El juego ha cambiado mucho.
Los entrenadores solo quieren que sus jugadores conecten jonrones y eso es todo
lo que practican porque quieren que se les pague", contó a Pete Abraham,
de Boston Globe.
"Solíamos desarrollar a grandes bateadores. Ahora todo
se trata de ponches y algunos cuadrangulares y es muy aburrido. Si pudiera
apostar en Las Vegas que el siguiente bateador se poncharía, esa sería la
apuesta siempre. Todos abanican con toda su fuerza. Solíamos ser criticados por
tomar grandes swings en ciertas ocasiones. Es difícil para mí de ver",
dijo en la entrevista.
El dominicano fue pelotero de Grandes Ligas desde 1997 a
2016. Ganó tres títulos de Serie Mundial y un MVP del Clásico de Otoño con
Boston Red Sox, incluyendo el campeonato de 2004 que terminó con 86 años de
sequía sin el título para el club. Esa misma edición, el MVP de ALCS terminó en
manos de Ortiz tras batear 12 imparables, tres cuadrangulares y empujar 11
carreras en 31 turnos al bate contra los Yankees.
Una decena de selecciones All-Star y siete Bates de Plata
figuran también en su currículo, que entrará el próximo año a su primera boleta
para participar por un sitio en Cooperstown, New York.