El sábado
todavía se podían encontrar boletos para el Super Bowl LV entre los Kansas City
Chiefs y Tampa Bay Buccaneers en el Raymond James Stadium.
De acuerdo a
la compañía Ticketmaster, elegida por la NFL para la venta de entradas, el
sábado había alrededor de 140 boletos disponibles, con precios que oscilaban
entre los 5,200 dólares en los asientos más económicos hasta casi los 23,000
dólares por las mejores posiciones en el estadio.
El viernes
por la tarde aún había 190 boletos disponibles y a mediodía la cantidad era de
330.
De todas
formas, se están vendiendo lentamente, a pesar de los temores por los contagios
de coronavirus y los pronósticos climatológicos, que dan algo de lluvia.
Las
autoridades han permitido que el estadio tenga una asistencia de sólo 22,000
aficionados debido a la pandemia del coronavirus, de los cuales 14,500 serán
boletos vendidos al público, mientras que 7,500 son entradas obsequiadas al
personal de salud que ha trabajado en la lucha contra la pandemia del
coronavirus y que fueron invitados por la NFL.
Sin embargo,
altas autoridades sanitarias dicen estar preocupadas por el evento, ya que
podría convertirse en un "súper propagador" del virus.
Agregan que
quizá el evento no se da en el mejor momento porque las cifras de contagios han
disminuido después de un pico posterior a las fiestas navideñas, por lo que
creen que el Super Bowl podría causar que los números de nuevos contagios se
incrementen una vez más.
La NFL va a
entregar un paquete gratuito con cubre bocas, toallitas de mano y desinfectante
a cada uno de los asistentes al partido para su uso obligatorio mientras se
encuentren dentro del estadio.