Emmanuel García Musa
En el pasado mes de agosto bajo el título ¨Acuerdos o
recuerdos vs. Valores Olímpicos¨, advertíamos que ante la especial conformación
del actual Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano (COD) se deducía que
verbal o escrito, real o no y las declaraciones que en su momento dio su actual
Presidente en el proceso electoral del 2018, evidentemente debió existir un
acuerdo de renuncia, y se dice que específicamente fue para el pasado mes de
diciembre del 2020.
Referimos, también, que había que evitar caer en una
situación de ingobernabilidad e irrespeto a la solemnidad olímpica, por lo que
se debía imponer el buen juicio, la comunicación y hasta la negociación. Por
igual, nadie se pregunta o no se quiere recordar, qué pudo motivar un acuerdo,
ni la importancia y razones del mismo en su momento, o sea, previo a las
elecciones del 2018.
Concretizada y hecha pública la referida renuncia, efectiva
al corriente mes de enero, el Presidente cumplió con su palabra, dando ejemplo
de respeto y compromiso con los valores olímpicos y, porqué no, a la palabra
empeñada, elevando su imagen y ratificando su calidad de ser miembro del Comité
Olímpico Internacional.
Para muchos, sin embargo, su decisión les ha sorprendido,
aspirando, incluso, a impedirla sin medir consecuencias. Lamentablemente
quienes desconocen el estamento y valores olímpicos, quienes solo se han
quedado en simples dirigentes o allegados, desconocedores, por conveniencia o
desinterés, de los valores, filosofía y escuela olímpica son los sorprendidos,
¿no sería esta desconexión y desconocimiento la real sorpresa? Solo la firmeza de criterios y convicciones
da la fortaleza para ponerse por encima de todo tipo de presiones e ideas
descabelladas.
Me pregunto si ¨los sorprendidos¨ se han detenido a pensar
en las repercusiones a la gobernabilidad del COD que provocarían sus
desvirtuadas aspiraciones?, en el desprestigio y desconfianza que recaería
sobre el Presidente?, en la protección de la institución?, en el respeto al
juego limpio, a los stakeholders, patrocinadores y colaboradores?
Esta sociedad, y en especial el sector deportivo, amerita de
referentes, de dirigentes comprometidos con el olimpismo y los valores que
sustentan su filosofía, con el servicio, asumir la cultura de buena gobernanza,
romper con la práctica de interpretar las leyes y estatutos a la conveniencia
personal y del momento, de la perpetuidad y de valerse de las organizaciones
deportivas para fines distintos a su misión, valores y objetivos.
Enhorabuena Presidente,
¨La mejor forma de cumplir con la palabra empeñada es no
darla jamás¨ Napoleón Bonaparte.