La NFL experimentó una caída significativa de infecciones de
COVID-19 durante el más reciente periodo de prueba, posiblemente como resultado
de una decisión a mediados de noviembre de colocar a los 32 equipos de la liga
bajo los protocolos "intensivos", diseñados para minimizar los
contactos de alto riesgo.
Un total de 45 empleados de NFL --18 jugadores y 27 miembros
del staff-- arrojaron pruebas positivas entre el 29 de noviembre y el 5 de
diciembre. Eso constituye una disminución del 47.7 por ciento con respecto al
periodo de pruebas previo, y el más bajo para cualquier periodo de pruebas desde
finales de octubre. La NFL y la NFL Players Association típicamente someten a
pruebas entre 7,000 y 8,000 personas en cada periodo.
La NFL se movió hacia los protocolos intensivos el 18 de
noviembre, después del inicio de un brote entre los jugadores y staff de los
Baltimore Ravens que duró casi dos semanas. Entre otras cosas, los protocolos
requieren que todas las reuniones se lleven a cabo de manera virtual, a menos
que se puedan realizar al aire libre o en la burbuja de prácticas con todos los
asistentes portando cubrebocas y los aparatos de rastreo de contactos.
Adicionalmente, todos los jugadores y coaches deben usar
cubrebocas durante las sesiones ligeras de simulación. La asistencia al
gimnasio se limita a 10 jugadores y cinco coaches a la vez, el uso de
vestidores no es fomentado, y las cafeterías solo tienen permitido servir
comida para llevar.
La NFL ha seguido ajustando sus protocolos y, esta semana,
redujeron el acceso a las instalaciones de los equipos en los dos días
siguientes a cada partido.