Después de 17 duros días encerrado en un cuarto sin sentir
síntoma alguno, pero sin poder dar un abrazo a su esposa y una hija de 12 años,
Luis Sojo está de regreso al mando de los Tigres para inculcarles a los
muchachos que están juntos para batallar y echar el pleito, porque todo el
mundo sabe que es al Licey al que todos quieren ganarle.
Durante la primera conferencia por la plataforma Zoom del
Licey desde que se contagió de coronavirus, la leyenda venezolana del béisbol
aseveró este jueves 10 de diciembre, antes de un partido contra los Gigantes
del Cibao, que estar junto a su familia ‘pero no revueltos’ fue la parte más
difícil de asimilar de esa realidad.
“Creo que me perjudicó mucho emocionalmente, pero era algo
que tenía que hacer por la salud de ellas (su esposa y la hija) también”,
sostuvo.
“Hay que decir a la gente que se cuide, de verdad, que esto
no es un juego”, recomendó el ganador de cinco títulos de Serie Mundial en
Grandes Ligas y quien tejió toda una leyenda como jugador del béisbol de
Venezuela.
Aseguró que durante su alejamiento físico estuvo todo el
tiempo involucrado con el equipo, todos los días conversaba con el dirigente
interino Joel Noboa sobre el plan a seguir, pero ya en juego, las decisiones
las tomaba el cuerpo técnico.
“Es un cuerpo técnico muy especializado, gente preparada,
gente que sabe hacer su trabajo y una vez que comenzaba el juego, yo era un
espectador más”, expresó Sojo, quien acotó que siempre estuvo en contacto,
pendiente de cada uno de los peloteros, de cómo estaban como equipo.
