Tras establecer los protocolos de seguridad que se aplicarán
a los integrantes de las distintas plantillas de la NBA, la liga ha comenzado a
estudiar qué medidas se llevarán a cabo con respecto a los árbitros, quienes
también son parte indispensable del desarrollo de la competición. Estos tendrán
que seguir muchas de las normas aplicadas a jugadores y staff técnico, como es
el caso de someterse a test diarios o evitar bares, discotecas, gimnasios y
otros espacios públicos del estilo.
Además, la NBA está estudiando también distintas medidas
para reducir lo máximo posible los viajes de los colegiados, aunque aún no ha
llegado a ninguna en concreto. Hasta ahora, era bastante habitual que los
árbitros fuesen rotando de forma que ninguno arbitrase a un mismo equipo varias
veces en un periodo corto de tiempo, algo que podría cambiar este curso en
función de las decisiones que se tomen con respecto a su movilidad.
“Obviamente, no vamos a poder eliminar los viajes por
completo por mucho que queramos” afirmó Monty McCutchen, el vicepresidente de
la NBA encargado de la supervisión de los colegiados. “Sin embargo, así como se
ha tratado de reducir el desplazamiento de los equipos a la hora de elaborar el
calendario, estamos barajando varias posibilidades para tratar de hacer lo
mismo y ser lo más efectivos posible en estos tiempos de pandemia”.
Además, los hoteles en los que los árbitros podrán
hospedarse se verán limitados a aquellos que la NBA considere que cumplen con
todos sus protocolos, y el desplazamiento hasta los pabellones se realizará de
forma individual. Ya sobre la pista, apenas se prevén cambios más allá del
protector de silbatos que ya se empleó en la burbuja de Orlando, que tenía como
objetivo reducir la cantidad de saliva expulsada al hacerlo sonar.
“Queremos ser unos administradores responsables tanto con el
baloncesto como con aquellos que lo hacen posible. Es el equilibrio que estamos
buscando” concluyó McCutchen.
