Lo aseguró el propio infielder nativo de Villa Mella, 24 años, a Juan Nova Jr. para Licey TV, antes del partido inaugural del torneo el sábado 12 de este mes.
“Primero dar gracias a Dios por estar aquí integrado al equipo ya, el martes estamos jugando y contento de estar aquí”, expresó el jugador de la organización Reales de Kansas City, adquirido por los Tigres el año pasado de las Águilas Cibaeñas a cambio del inicialista José Marmolejos-Díaz.
Explicó que las razones por las que se integró temprano al conjunto azul, a pesar de que debutó en las Mayores y de jugar temporada completa en Triple A, es porque siente que debe seguir trabajando en el talento que posee.
“Vine a integrarme al equipo para sacarle provecho lo más que pueda a esta liga, ya que esta te ayuda bastante en lo que es el desarrollo mental y físicamente”, expresó el versátil jugador, que además de la segunda base y el campo corto, puede desempeñarse en el jardín central, como mostró el año pasado con los Tigres.
Calificó de “tremendo” y “algo que no se puede explicar”, el apoyo que ha recibido de la fanaticada y de la familia azul, desde que llegó al conjunto el año pasado.
Agregó que desde que se dio el cambio, “siempre me acogieron como si hubiese estado varios años en el equipo y…, bien contento, bien contento” en entrevista realizada por Juan Nova Jr.
En su saludo a la fanaticada, le exhortó a que acuda al estadio a apoyar al conjunto porque, “esto va a estar bueno y vamos a dar el cien por ciento nosotros, para que igual que nosotros, disfruten también”.
Mejía jugó la temporada 2019 por primera vez en Triple A, ya que la única vez a había alcanzado este nivel fue en 2017, cuando solo actuó en un partido y no tuvo turno al bate. Ese año disputó 24 partidos en Clase A avanzada y 102 en Doble A.
Con el Omaha, sucursal de los Royals de Kansas City, en la Liga de la Costa del Pacífico, Triple A, Mejía jugó 128 partidos, bateó para .271 (134 hits en 495 turnos). De sus batazos, 22 fueron dobles, seis triples y siete jonrones, anotó 83 carreras, impulsó 63. Recibió 50 bases por bolas, tuvo porcentaje de embasarse (OBP) de .339, robó 19 bases, atrapado en seis otros intentos y se ponchó 103 veces.
Subido al final por Kansas, jugó en nueve partidos y bateó de 22-5 (ave .227), un doble, cuatro impulsadas, tres anotadas, recibió cuatro boletos, OBP .333, siete ponches.