Los Knicks se presentaron en el Staples Center acumulando 8 derrotas en sus 8 últimos partidos, pero en L.A. consiguieron romper esa mala racha al encontrarse con unos Lakers que sin LeBron James son un equipo inconsistente.
Quinto partido de Lakers sin LeBron y cuarta derrota. Esta vez ante un equipo sin alma ni presente, ante unos Knicks depauperados que nada esperan del presente curso.
Décima victoria de New York en la temporada en un extraño partido que discurrió con altibajos notables en el juego de unos y otros y en el marcador.
El primer cuarto fue un serio aviso para navegantes con un resultado de 25-39 que dejó contra las cuerdas al equipo angelino. Pero Lakers recuperó fuelle con un parcial de 67-47 en los dos cuartos siguientes para presentarse en el último cuarto con ventaja de 92-86. Entonces, los peores miedos se apoderaron del conjunto de Luke Walton, que flaqueó en el cuarto período sufriendo un parcial de 20-33 para perder el partido por 7 puntos (112-119).
Los Lakers solo han ganado sin LeBron el día de su cumpleaños. Más allá de ello, la escuadra no funciona sin su gran líder. Aunque a esa ausencia hay que añadir la importancia de tener a Rajon Rondo fuera y, anoche, la de no poder contar con el segundo anotador del equipo, Kyle Kuzma, que arrastra problemas en la espalda.
New York ganó a pesar de meter solo el 37,4% de sus tiros. Además, se encontró con la desgracia de apenas poder contar con Frank Ntilikina, que se lesionó a las primeras de cambio, aunque el joven base no tiene mucho peso en la actual rotación de David Fizdale.
Los visitantes solo perdieron 6 balones y lanzaron el doble de tiros libres que los locales (41 por 20). Tim Hardaway Jr. fue su máximo encestador con 22 puntos, pero la clave del triunfo estuvo en la segunda unidad, una suplencia que produjo 55 puntos con 4 jugadores en 10 o más.
