Cleveland empieza a respirar con cierto alivio. El equipo venció anoche a Detroit por 121-104 para conseguir su segunda victoria consecutiva, algo que tenía que ser una situación de lo más rutinaria y que ahora se ha convertido casi en una fiesta.
La primera parte no hacía augurar un buen final para los locales, que llegaron al descanso perdiendo 58-61 tras otro ejercicio insuficiente en defensa, pero la segunda mitad fue otra cosa a partir de la mejora en el trabajo en la retaguardia y, sobre todo, a un convincente último cuarto en el que los de Ohio se impusieron con parcial de 31-17.
El equipo tiró bien a canasta y controló sus posesiones en esta ocasión. De hecho, Cleveland perdió 10 balones, ¡menos de los que perdió solo LeBron James, 11, en el anterior partido!
LeBron fue el alma mater del equipo, líder indiscutible con 25 puntos, 14 asistencias y 8 rebotes, ejerció de auténtico director de orquesta, como casi siempre, pero esta vez con la alegría del triunfo. Y Kevin Love sigue mejorando prestaciones desde que ha vuelto a su puesto natural de 4. Anoche, 20 tantos, 11 rebotes y 4 triples.
Tristan Thompson volvió a ser titular, Jae Crowder lo hizo bien desde la suplencia, J.R. Smith acertó de nuevo desde el perímetro e Isaiah Thomasfirmó 14 puntos y 7 asistencias, mientras que José Manuel Calderón se quedó en el banco sin saltar a la cancha.
Detroit jugó sin Avery Bradley y tuvo como máximos anotadores a Tobias Harris y Anthony Tolliver, ambos con 20 puntos. Entre los dos metieron 9 triples. Además, 17 tantos y 11 rebotes de Andre Drummond.
