Stephen Curry, Kawhi Leonard, Kevin Durant, LaMarcus Aldridge, Draymond Green, Tony Parker, Andre Iguodala… Los ausentes en el partido entre Warriors y Spurs suman 30 All-Stars, 9 anillos de campeón y un innegable atractivo para cualquier partido. Sin ellos, lo que era un partido clave en la lucha por acabar con el mejor balance de la temporada regular fue incómodamente frío, y el dominio de San Antonio (107-85 al final) no lo hizo mejor.
Los Spurs (51-14) rozan así la posibilidad de arrebatar el primer puesto del Oeste y de la NBA a Golden State (52-14), algo que ocurrirá si se imponen el lunes a Atlanta en casa. Tras el triunfo de este sábado, el equipo de Gregg Popovich se aseguró también acabar por delante de su rival en caso de empate a victorias. Pero lo que fue uno de los triunfos más importantes de la temporada supo a poco para los ambiciosos Spurs.
“Es una victoria que vamos a aceptar, pero no fue una pelea justa”, afirmó Popovich tras el partido. Los Warriors, un equipo construido expresamente en torno a sus cuatro All-Stars, podría estar aspirando al número 1 del Draft sin ellos. Ian Clark, el mejor anoche, hizo el partido de su vida con 36 puntos (15/21 en tiros de campo), pero su derrota fue estrepitosa. Incluso sin las preocupantes bajas de Kawhi Leonard (conmoción cerebral) y, especialmente, LaMarcus Aldridge (arritmia cardiaca), los Spurs son un bloque mejor construido ante las ausencias.