Pese a no mostrar evidencia, Frank Thomas fue claro en que no duda que dos de los jugadores de la clase de 2017 al Salón de la Fama, Iván Rodríguez y Jeff Bagwell, usaron sustancias para mejorar su rendimiento durante sus carreras en las Mayores.
Aunque no los mencionó por nombre, el exinicialista y bateador designado que brilló con los Medias Blancas de Chicago y que fue exaltado a Cooperstown en el 2014, indicó que si el receptor vegabajeño y Bagwell ingresarán este año al llamado recinto de los Inmortales, entonces deben ser seleccionados también Barry Bonds, Roger Clemens y hasta Sammy Sosa, tres jugadores de los que por años se ha sospechado usaron sustancias para doparse.
"A mi mejor entender, deben ingresar ya”, dijo Thomas durante la convención anual para fanáticos de los Medias Blancas celebrada en el fin de semana en Chicago. "Ya dejaron entrar personas que todos sabemos (se doparon). En este punto, ya es incómodo. Estoy seguro que este año será incómodo porque tenemos dos grandes jugadores (Rodríguez y Bagwell) siendo exaltados, pero ellos saben. No es secreto. Si no lo hubiesen hecho (doparse), estarían pisando fuerte y pataleteando, diciendo en entrevistas ‘yo no lo hice’”.
Rodríguez fue seleccionado para ingresar al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad, mientras Bagwell lo hizo en su séptimo año de aparecer en la boleta. Ambos han sido vinculados al uso de sustancias para mejorar el rendimiento, aunque nunca fallaron una prueba de dopaje. Tim Raines, un excompañero de Thomas en los Medias Blancas, es el tercer miembro de la clase 2017.
José Canseco fue el primero en señalar al jugador boricua como usuario de esteroides, cuando en 2005 publicó su libro "Juiced", en el que narraba cómo le enseñó a Rodríguez a inyectarse sustancias prohibidas, así como a otros jugadores de los Vigilantes de Texas como el también vegabajeño Juan “Igor” González y el cubano Rafael Palmeiro. Canseco nunca ofreció pruebas, como tampoco lo hizo Thomas este fin de semana.
Thomas sí se mostró contento por la elección de Raines, quien fue usuario de cocaína en sus años como jugador, pero fue enfático en que jugadores que usaron esteroides no deben estar en Cooperstown.
"No me pone contento para nada”, dijo provocando aplausos de los fanáticos.“Algunos de estos tipos fueron buenos jugadores. Pero no hubiesen sido buenos jugadores sin usar drogas… No me importa que estos tipos hayan hecho lo que hicieron por sus familias y por hacer su dinero. Pero que no vengan a ahora a llamar al Salón de la Fama a decir ‘Debo estar en el Salón de la Fama’, cuando ellos saben que hicieron trampa”.
Thomas dijo que no es el único que piensa así entre los miembros del Salón de la Fama.
“Creánme, se están dando muchas conversaciones internas. Muchos tipos que respeto y que son reales, verdaderos miembros del Salón de la Fama, todo lo que tienen es su legado. No hicieron mucho dinero… No están contentos con todo esto”, afirmó el dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana, quien concluyó su carrera con 521 jonrones.
Thomas, en tanto, no está totalmente limpio en esta discusión. Durante la convención admitió que usó las anfetaminas conocidas como “greenies”, para tener más energía.
"Hay días en que no tienes la energía para hacer nada”, explicó. “(La temporada) son siete días a la semana. Es una lucha. Estas viajando a todas horas de la noche. Entonces no teníamos las restricciones que existen ahora. Solíamos llegar a ciudades a las 5:30, 6 de la mañana, y teníamos juego diurno. Cuando subí a las Mayores –fueron limpiando el juego a medida que me fui haciendo mayor en la liga- los viajes eran muy duros. (Las ‘greenies’) te daban mucha energía”.
Thomas también abogó para que se le permita a Pete Rose ingresar al Salón de la Fama. Rose es el líder en hits de por vida (4,256) y a quien se le tiene prohibida la entrada a Copperstown tras descubrirse que apostó en béisbol mientras era dirigente de los Rojos de Cincinnati.