Estados Unidos consiguió cerrar de forma invicta su fase de grupos tras imponerse a Francia por un ajustado 100-97. Como en los dos partidos anteriores ante Australia y Serbia, el equipo entrenado por Mike Krzyzewski tuvo que pelear hasta el último minuto para asegurar el triunfo, esta vez ante un rival que no contó con Tony Parker, su nombre más reconocido. Además del triunfo, la mejor noticia para Estados Unidos fue la resurrección de Klay Thompson, quien volvió a ser un peligro desde fuera del arco tras un mal inicio de torneo.
Kevin Durant se hizo presente pronto para liderar a Estados Unidos, pero Francia respondió bien en el primer cuarto gracias a los dos jugadores, actualmente en el baloncesto europeo, destinados a llevar el ataque ante la ausencia de Tony Parker. El base de los Spurs, según la Federación Francesa, fue baja por una lesión en un dedo del pie que sufrió en el partido anterior contra Venezuela. Sin él, Thomas Heurtel fue un más que digno reemplazo en la posición de base, mientras que Nando De Colo llevó de cabeza a la defensa de Estados Unidos con sus entradas a canasta. Entre ambos mantuvieron a Francia siempre en el partido, pese a que el Team USA nunca fue por detrás en el marcador desde mediados del primer cuarto.**
El mejor activo que tuvo Estados Unidos fue Klay Thompson. Tras un inaudito 3/16 en triples y solo 11 puntos totales anotados durante los 4 partidos anteriores, el escolta de los Warriors se reencontró con el tiro. De regreso al cinco inicial, Thompson ya había superado su anotación total en el resto del torneo antes del descanso, y al final terminó con 7 triples anotados, mucho más cercano al deslumbrante tirador de la NBA que con su fallona versión vista en Río de Janeiro.
