El campocorto dominicano José Reyes debutó el martes en las Grandes Ligas con los Mets de Nueva York, equipo al que representó desde el 2003 hasta el 2011 y franquicia con la que se estableció como una estrella del béisbol.
Hoy día, Reyes batalla para recapturar la gloria que obtuvo en uniforme de los metropolitanos, en especial porque una vez firmó como agente libre con los Marlins de Miami en el 2012, su carrera tomó un mal rumbo. El toletero dominicano también busca, en cierta manera, la aceptación del público luego del incidente de violencia doméstica que vivió el año pasado y por el cual la Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas lo suspendió por 51 partidos.
Reyes no tuvo la mejor de la suerte en su partido inaugural del martes contra el segundo equipo para el que jugó, los Marlins, pues bateó de 4-0, con un ponche, y Miami superó a los Mets con pizarrón de 5-2. Sin embargo, su regreso a Nueva York podría ser la movida que reviva la carrera de un jugador que, en su apogeo, fue de los primeros bates más temidos y respetados en las Mayores.
La organización de los Mets identificó, desde temprano, que Reyes era un jugador especial, y el pelotero se ganó ser el primer bate y campocorto titular de la franquicia en la campaña de 2005. Una máquina de batazos de bases extra y de gran velocidad, Reyes conectó 48 imparables de extra bases, remolcó 58 carreras y se estafó 60 bases, al tiempo que lideró el torneo en triples y bases robadas.
El 2006 fue más productivo aún para Reyes; la llegada de Rickey Henderson como coach especialista lo ayudó a convertirse en un terror en el corrido de bases. Del mismo modo, su disciplina en la caja de bateo experimentó un alza sustancial al sumar promedio ofensivo de .300 con 19 jonrones, 81 carreras remolcadas, 122 carreras anotadas y 64 bases robadas.
Como muchos peloteros latinos, Reyes se ganó el cariño de los fanáticos de Nueva York y se convirtió en uno de los jugadores más populares de la franquicia. En fin, todas las piezas cayeron en su sitio y Reyes participó en cuatro Juegos de Estrellas, rompió la marca del equipo de bases robadas y total de triples y jugó en varias series de postemporada.
Sin embargo, una vez llegó la agencia libre luego de la temporada 2011, la gerencia de los Mets, quizás, no realizó un esfuerzo serio para retener a Reyes, razón por la cual el pelotero optó por probar la agencia libre y, en última instancia, firmó un contrato de seis años y $106 millones con los Marlins.
Aunque registró una sólida primera temporada con los Marlins, el equipo, como ha hecho históricamente, optó por reconstruir de nuevo y cambió a Reyes, a los lanzadores Josh Johnson y Mark Buehrle, el jugador de cuatro Emilio Bonifacio y el receptor John Buck a los Azulejos de Toronto por siete jugadores, en su mayoría prospectos.
En su primera campaña en Toronto en el 2013 Reyes se perdió 66 partidos debido a una lesión de tobillo. En las siguientes dos temporadas, Reyes se perdió un total de 83 desafíos debido a múltiples lesiones, principalmente por problemas con el tendón de la corva (hamstring) de una de sus piernas.
Toronto lo canjeó a los Rockies de Colorado a mediados de la temporada 2015, y aunque su producción se mantuvo estable, no llegó a los mismos niveles que en Nueva York. Fue entonces que en la pretemporada del torneo 2015-2015, Reyes se vio envuelto en un caso de violencia doméstica contra su esposa durante unas vacaciones en Hawái. Aunque su esposa luego declinó cooperar con la investigación, razón por la cual las autoridades desestimaron los cargos en su contra y el juicio se suspendió.
Ahora Reyes regresó, como quien dice, a sus raíces, y aunque es posible que no regrese al alto sitial que alcanzó del 2003 al 2011, el veterano jugador ciertamente hará el intento.