En la Ășltima jornada de la temporada regular en la NBA, los Memphis Grizzlies visitaban a los Golden State Warriors en el Oracle Arena, para ser testigos o culpables de que los locales consiguieran el ansiado rĂ©cord de victorias en una sola temporada. Sin embargo, a pesar de que el partido ya parecĂa ganado antes de empezar, los Warriors tuvieron que esforzarse para sacar petrĂłleo.
Al inicio del partido, se pudo apreciar que ambos conjuntos se encontraban un poco verdes, al no acertar muchos tiros en suspensiĂłn. Sin embargo, transcurridos un par de minutos de juego en el cronĂłmetro, empezaron a anotar con soltura los dos equipos, incluyendo los primeros triples de Stephen Curry, que entrĂł persiguiendo el nĂșmero 400 al comenzar el partido. Con ello, el partido empezĂł a ser claramente dominado por los Warriors, que dejarĂan el marcador 37-23.
En el segundo parcial, con los jugadores ya mĂĄs centrados en el partido, fue un total devenir de canastas en el cual los Golden State Warriors nunca redujeron su diferencia en el marcador a menos de 10 puntos, manteniendo su zona de calor en los 15 e incluso 20 puntos de diferencia. Cierto era que Memphis intentaba discutir el partido a los vigentes campeones de la NBA, pero sin sus estrellas, pocos argumentos tenĂan que ofrecer ante unos Warriors que se han pasado de abusones esta temporada. En esta tĂłnica, el partido se marchĂł 70-50 al descanso.
A la vuelta del intermedio, el objetivo primordial de los Warriors fue pasĂĄrselo bien; el juego del equipo estaba dando respuesta, y los lanzamientos entraban sin mucha dificultad, a pesar de los grandes esfuerzos defensivos que estaban haciendo los Grizzlies, pero se estaban olvidando del MVP, que ya contaba con mĂĄs de 35 puntos anotados en aquel momento. Dicho esto, a mediados del tercer cuarto consiguiĂł su triple nĂșmero 400, cifra rĂ©cord en una sola temporada, promediando cerca de 5 triples por partido. La dominaciĂłn estaba siendo total en los sentidos, y el miedo a perder se fue desvaneciendo poco a poco, finalizando de esta forma el tercer cuarto 102-81 con un triple sobre la bocina de Stephen Curry.
En el cuarto final, Steve Kerr se decidiĂł a dar un mĂĄs que merecido descanso a sus chicos, y sentĂł a los titulares en el banquillo la gran mayorĂa del cuarto, para dar mĂĄs minutos a aquellos con los que menos va a contar en playoffs; gente como McAdoo, Clarke, y Rush, que aunque serĂĄ clave como segunda unidad, verĂĄ reducidos sus minutos en gran cantidad.