Oklahoma City opuso resistencia, pero el resultado fue el mismo que anteriormente. Golden State Warriors se impuso a los Thunder por 121 a 104, un marcador sorprendente para como se desarrollaron los tres primeros cuartos.
Fue durante el último cuarto, con un parcial global de 39–23 en esos 12 minutos finales, cuando los Warriors rompieron el partido a base de robos, velocidad y triples.
Stephen Curry fue el máximo anotador de la noche con 33 puntos, bien secundado en la faceta ofensiva por los 21 puntos de Klay Thompson y los 14 puntos por cabeza que lograron Draymond Green y Harrison Barnes.
Kevin Durant rozó el triple-doble al terminar con 32 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias, pero en su debe hay que apuntar las 9 pérdidas de balón que cometió, las mismas que todos los jugadores de los Warriors juntos. Mala noche en el tiro para Russell Westbrook, quien cerró el encuentro con 22 puntos, 7 asistencias y 6 rebotes tras encestar apenas 8 de sus 24 lanzamientos.
Oklahoma City es un equipo diseñado para luchar por el tÃtulo, pero su desempeño en los últimos cuartos es digno de los peores de la NBA. Con el de esta noche ya son 10 partidos en los que comienza el último cuarto mandando en el marcador para acabar cosechando una derrota. En concreto en las dos últimas derrotas ante Clippers el miércoles y la de hoy en Oakland, los Thunder han sido superados por 74-36 combinando los números de los dos últimos cuartos.
Philadelphia 76ers y Thunder son los dos peores equipos de la liga en esta estadÃstica con 10 derrotas después de empezar con ventaja los 12 minutos finales.
Los Warriors cosecharon su 26º victoria en 26 partidos disputados en el Oracle Arena esta temporada y la 44ª consecutiva en su pabellón desde la temporada pasada, igualando el récord histórico de victorias en casa de un equipo en la NBA. Los Chicago Bulls de Michael Jordan también ganaron 44 partidos seguidos en casa entre marzo de 1995 y abril de 1996.
