Al menos les queda Joey Votto. Inmersos en un desmantelamiento total, los Rojos de Cincinnati pueden contar el primera base como su caballito de batalla para lo que se perfila será un calamitoso 2016. Sin hacer ruido, Votto viene de una temporada en la quedó tercero en la votación al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, propulsado por una notable segunda mitad en la que bateó para .362 y registró un descomunal porcentaje de embasado de .535. Sólo cuatro jugadores en la historia han tenido un mejor porcentaje embasado en la segunda mitad, con un mínimo de 300 apariciones al plato, una lista de ilustres que incluyen a Babe Ruth, Ted Williams, Rogers Hornsby y Barry Bonds. Votto fijó un récord del club al recibir 143 bases por bolas la pasada temporada y es previsible que supere esa cantidad al verse rodeado por un elenco de bateadores que no intimida. Este es un bateador excepcional, pero su presente es cruelmente desconsolador. Cincinnati perdió 98 juegos en 2015, al hundirse en el último lugar de la división Central. La reconstrucción del equipo se puso en marcha a mitad de temporada y se acentuó durante el invierno. Los Rojos traspasaron a los abridores Johnny Cueto y Mike Leake antes de la fecha límite de cambios en julio ña, se desprendieron del cerrador Aroldis Chapman y el tercera base Todd Frazier, recibiendo prospectos a cambio. El infielder venezolano José Peraza y el jardinero Scott Schebler son algunas de las nuevas piezas, pero no se puede esperar un impacto inmediato. Y la depuración no ha acabado, ya que infructuosamente intentaron traspasar al segunda base Brandon Phillips y al jardinero Jay Bruce. “Puedo lidiar con lo que sea, mientras continuemos en la dirección correcta”, dijo Votto, poniendo buena cara. A sus 32 años, Votto es el jugador franquicia, atado para ocho años adicionales. Cuando pactó una extensión de 10 años y 225 millones previo a la campaña de 2012, Cincinnati era la otra cara de la moneda, la de un equipo en alza y que había ganado un título de la división. Si pudieran, los Rojos ya hubieran traspasado a Votto. Pero su carísimo contrato, con salarios de 25 millones para cada temporada entre 2018-23, espanta a los interesados. ¿MÁS CAMBIOS? No cabe duda que el gerente Walt Jocketty desea sacarse de encima los contratos de Phillips y Bruce. Por ahora, tiene las manos atadas. Con un contrato de 27 millones de dólares para los próximos dos años, Phillips (bateó 173 hits en 2015) vetó un cambio a Washington, donde se hubiera reencontrado con el ex manager Dusty Baker. - MegaDeportesRD

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miércoles, 9 de marzo de 2016

Al menos les queda Joey Votto. Inmersos en un desmantelamiento total, los Rojos de Cincinnati pueden contar el primera base como su caballito de batalla para lo que se perfila será un calamitoso 2016. Sin hacer ruido, Votto viene de una temporada en la quedó tercero en la votación al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, propulsado por una notable segunda mitad en la que bateó para .362 y registró un descomunal porcentaje de embasado de .535. Sólo cuatro jugadores en la historia han tenido un mejor porcentaje embasado en la segunda mitad, con un mínimo de 300 apariciones al plato, una lista de ilustres que incluyen a Babe Ruth, Ted Williams, Rogers Hornsby y Barry Bonds. Votto fijó un récord del club al recibir 143 bases por bolas la pasada temporada y es previsible que supere esa cantidad al verse rodeado por un elenco de bateadores que no intimida. Este es un bateador excepcional, pero su presente es cruelmente desconsolador. Cincinnati perdió 98 juegos en 2015, al hundirse en el último lugar de la división Central. La reconstrucción del equipo se puso en marcha a mitad de temporada y se acentuó durante el invierno. Los Rojos traspasaron a los abridores Johnny Cueto y Mike Leake antes de la fecha límite de cambios en julio ña, se desprendieron del cerrador Aroldis Chapman y el tercera base Todd Frazier, recibiendo prospectos a cambio. El infielder venezolano José Peraza y el jardinero Scott Schebler son algunas de las nuevas piezas, pero no se puede esperar un impacto inmediato. Y la depuración no ha acabado, ya que infructuosamente intentaron traspasar al segunda base Brandon Phillips y al jardinero Jay Bruce. “Puedo lidiar con lo que sea, mientras continuemos en la dirección correcta”, dijo Votto, poniendo buena cara. A sus 32 años, Votto es el jugador franquicia, atado para ocho años adicionales. Cuando pactó una extensión de 10 años y 225 millones previo a la campaña de 2012, Cincinnati era la otra cara de la moneda, la de un equipo en alza y que había ganado un título de la división. Si pudieran, los Rojos ya hubieran traspasado a Votto. Pero su carísimo contrato, con salarios de 25 millones para cada temporada entre 2018-23, espanta a los interesados. ¿MÁS CAMBIOS? No cabe duda que el gerente Walt Jocketty desea sacarse de encima los contratos de Phillips y Bruce. Por ahora, tiene las manos atadas. Con un contrato de 27 millones de dólares para los próximos dos años, Phillips (bateó 173 hits en 2015) vetó un cambio a Washington, donde se hubiera reencontrado con el ex manager Dusty Baker.



Al menos les queda Joey Votto. Inmersos en un desmantelamiento total, los Rojos de Cincinnati pueden contar el primera base como su caballito de batalla para lo que se perfila será un calamitoso 2016.

Sin hacer ruido, Votto viene de una temporada en la quedó tercero en la votación al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, propulsado por una notable segunda mitad en la que bateó para .362 y registró un descomunal porcentaje de embasado de .535. Sólo cuatro jugadores en la historia han tenido un mejor porcentaje embasado en la segunda mitad, con un mínimo de 300 apariciones al plato, una lista de ilustres que incluyen a Babe Ruth, Ted Williams, Rogers Hornsby y Barry Bonds.


Votto fijó un récord del club al recibir 143 bases por bolas la pasada temporada y es previsible que supere esa cantidad al verse rodeado por un elenco de bateadores que no intimida.

Este es un bateador excepcional, pero su presente es cruelmente desconsolador.
Cincinnati perdió 98 juegos en 2015, al hundirse en el último lugar de la división Central. La reconstrucción del equipo se puso en marcha a mitad de temporada y se acentuó durante el invierno.
Los Rojos traspasaron a los abridores Johnny Cueto y Mike Leake antes de la fecha límite de cambios en julio

ña, se desprendieron del cerrador Aroldis Chapman y el tercera base Todd Frazier, recibiendo prospectos a cambio. El infielder venezolano José Peraza y el jardinero Scott Schebler son algunas de las nuevas piezas, pero no se puede esperar un impacto inmediato.

Y la depuración no ha acabado, ya que infructuosamente intentaron traspasar al segunda base Brandon Phillips y al jardinero Jay Bruce.

“Puedo lidiar con lo que sea, mientras continuemos en la dirección correcta”, dijo Votto, poniendo buena cara.

A sus 32 años, Votto es el jugador franquicia, atado para ocho años adicionales. Cuando pactó una extensión de 10 años y 225 millones previo a la campaña de 2012, Cincinnati era la otra cara de la moneda, la de un equipo en alza y que había ganado un título de la división. Si pudieran, los Rojos ya hubieran traspasado a Votto. Pero su carísimo contrato, con salarios de 25 millones para cada temporada entre 2018-23, espanta a los interesados.

¿MÁS CAMBIOS?
 
No cabe duda que el gerente Walt Jocketty desea sacarse de encima los contratos de Phillips y Bruce. Por ahora, tiene las manos atadas.

Con un contrato de 27 millones de dólares para los próximos dos años, Phillips (bateó 173 hits en 2015) vetó un cambio a Washington, donde se hubiera reencontrado con el ex manager Dusty Baker.