Sin entrar en detalles de si fue justa o no la victoria del mexicano Saúl “Canelo” Álvarez sobre el puertorriqueño Miguel Cotto lo que no cabe duda es que las puntuaciones fueron incomprensibles después de ser un combate tan parejo acabase con un 117-111, 119-109 y un 118-110 para Canelo.
Después del gran trabajo realizado sobre el cuadrilátero es insultante que un juez le viese ganar solo un asalto de los doce, otro dos y otro tres. Dada la igualdad que hubo en el combate el ganador del mismo debió ganar por uno o dos puntos, pero nunca por esa humillante diferencia cuando no la hubo sobre el cuadrilátero.
Muchos pensaran que Cotto fue antideportivo al abandonar el recinto camino de los vestuarios antes de ser entrevistado, pero si el puertorriqueño hubiese perdido por escaso margen sin ser denigrado por los jueces como fue el caso, su reacción hubiese sido otra aceptando su derrota pese a no compartirla.
Si “Canelo” hubiese ganado con un punto o dos de diferencia en un combate tan cerrado nadie se hubiese llevado las manos a la cabeza calificando el combate de robo como hacen algunos aficionados pero estas puntuaciones tan parciales en un combate parejo hacía el púgil más mediático hacen que una vez más los jueces que puntúan en Las Vegas estén en boca de todos, quien no recuerda a la juez Ross que dio empate a 114-114 en el combate Mayweather vs Canelo.
Los asaltos parejos se deberían puntuar como empate 10-10 pero injustificadamente los jueces son obligados a decantarse hacía un púgil cuando no debería ser así si ninguno de los dos hizo más que el contrario, lamentablemente esos asaltos normalmente van siempre hacía el mismo lado y desvirtúan la apreciación del que ve la pelea al ver como ese asalto parejo vale lo mismo que otro en el que un púgil es claramente superior.
