Eran los dos “Números 1 de Draft”. Desde muchos meses atrás era una batalla cuerpo a cuerpo por encasquetarse la primera gorra (la de los Timberwolves). Finalmente,Karl-Anthony Towns se llevó el gato al agua y D’Angelo Russell protagonizó la sorpresa empujando a Jahil Okafor al bronce y a los Sixers.
Pero esto que acaeció aquella noche del draft es del todo irrelevante en cuanto al hypeque despiertan. Ambos son hombres grandes sublimes, y las expectativas, desde antes del comienzo, andan muy a la par. Por eso había muchas ganas de ver, superado el trámite de las ‘Summer League’, de lo que eran capaces enfrentándose a sus iguales y preparándose para lo que se nos viene; una temporada trepidante.
Así, ambos jugadores han tenido ya sus respectivos debuts. Okafor activó motores hace dos días frente los Wizards y Towns hizo ayer lo propio ante los Thunder en la vuelta de Durant. Resultados muy parejos. Uno y otro sufrieron un duro correctivo en lo colectivo, perdiendo por sendas palizas, pero dejando sensaciones más que buenas en lo personal.
El pívot de los 76ers tuvo un inicio arrollador anotando 8 de los primeros 11 puntos de su equipo y comiéndole la tostada a Marcin Gortat una vez tras otra. Terminó con 12 puntos, 2 rebotes y 2 tapones en apenas 17 minutos de juego con un 6/10 en tiros de campo.
Towns no le anduvo a la zaga en cuanto a salida de los tacos se refiere. Su muñeca ya venía caliente de los vestuarios y no tardó en ponerla a pleno rendimiento, sobre todo desde media distancia. No se contuvo ni se mostró cortado en ningún momento a la hora de lanzar, encestando con gran soltura canasta tras canasta desde 5-6 metros. A pesar de no tener ninguna opción ante los Thunder de Oklahoma, el ala-pívot debió acabar satisfecho con su labor singular de 18 puntos, 5 rebotes, 2 robos y 2 tapones, en una serie 8/12 en TC%, aunque también acumuló 3 perdidas de balón.
