CIUDAD DE MÉXICO (Campeonato FIBA Américas 2015) - Cuando arrancó la segunda fase, y el triunfo frente a México se le escapó como arena entre las manos, Puerto Rico parecía abatido, tambaleante. Sin embargo, cambió a tiempo, sumó tres victorias consecutivas y cerró de la mejor manera su participación en México, al derrotar a Uruguay 80-69, para asegurarse el quinto puesto y, por ende, uno de los tres pasajes para el repechaje olímpico mundial de 2016.
En los boricuas, José Juan Barea anotó 19 puntos, Renaldo Balkman sumó 17 unidades y 9 rebotes y Roberto Clemente aportó 11 y 8 en esos mismos rubros. El juego en el Palacio de los Deportes fue el último de Rick Pitino como entrenador de los puertorriqueños, ya que el entrenador norteamericano anunció oficialmente que dejará el cargo.
Luego de un 10-10, Puerto Rico clavó un parcial de 13-0 y sacó la primera gran ventaja del juego: con goleo repartido, lo que contrastaba con la dependencia “charrúa” de las ofensivas de Fitipaldo, los boricuas empezaron a desequilibrarlo con un rebote ofensivo de Clemente, que la recogió sobre el aro y la clavó con las dos manos (16-10), se escaparon definitivamente con un triple de Holland y cerraron esa ráfaga con un doble de Clemente, que puso todo su oficio para recoger una bola “sucia” en la pintura. Uruguay, deslucido y superado, sólo pudo maquillar la desventaja al final del primer cuarto: 12-23.
Con un dominio notorio sobre los sudamericanos, Barea (hizo 13 en la primera mitad) fue el encargado de ampliar la diferencia los 20 (39-19). Luego de dos libres de Chaney, llegaron bombazos de tres puntos de Balkman y Clemente, para abrir la brecha a 26 unidades (47-21), frente a Uruguay, que se sentía superado en los dos costados de la cancha. Pero no era sólo una sensación. Los números también marcaban las diferencias: 59 por ciento en tiros de campo de los boricuas contra 34 por ciento de los sudamericanos, y una abrumadora superioridad en los rebotes (20-11).
Consciente de su situación, Uruguay salió decidido a acortar apenas largó la segunda mitad. Apeló a su característica garra y, así, con un triple de Aguiar, cerró un seguidilla de 9-0 que le permitió achicar 34-50. Sin embargo, el equipo de Rick Pitino seguía “picante” en el perímetro y, con dos triples de Barea, uno de Rivera y otro de Vassallo, volvió a sacar 25 y le puso hielo al calor uruguayo. De hecho, con esa misma diferencia terminó el tercer cuarto: 67-42.
Lo que siguió fue lo predecible. Por un lado, la tranquilidad boricua para manejar la ventaja que le aseguró el quinto puesto y, por ende, el boleto al repechaje olímpico mundial. Por el otro, el esfuerzo de Uruguay para acortar la diferencia y despedirse de la manera más decorosa del torneo.
