Saúl ‘Canelo’ Álvarez requirió de apenas tres asaltos para solidificarse como la gran superestrella del boxeo mexicano, noqueando de manera espectacular a James Kirkland esta noche ante una asistencia de 31,588 personas en el Minute Maid Park de Houston Texas.
El fin vino a los 2:19 del capítulo tres, cuando Álvarez (45-1-1, 32 nocauts) derribó a Kirkland (32-2, 28 nocauts) con una derecha en barrecampo al mentón.
El tejano giró 180 grados y luego cayó al suelo de espalda y fuera de sí. Fue la segunda caída de Kirkland en el asalto.
Álvarez también lo derribó una vez en el primer asalto y lo tenía a punto de nocaut cuando sonó la campana que terminó el episodio inicial.
Fueron tres minutos de furia en el primero. Kirkland se lanzó sobre Álvarez aventando golpes en el cuerpo a cuerpo. El tapatío intentaba por momentos igualarlo a esa distancia, sin éxito. Alternaba esa estrategia con agarres, pero el tejano no se dejaba.
Álvarez sacudió a Kirkland con un oper, lastimándolo malamente. Fuera de sí, el de Texas retrocedió mientras Álvarez le lanzaba con todo. La campana salvó a Kirkland en el primero.
Aún lastimado pero siempre valiente, Kirkland salió a tirar sus manos fuertes. Volvió a arrinconar contra las cuerdas a Álvarez, quien lucía fatigado por lo mucho que tiró en el inicial.
“Kirkland es un gran peleador, un peleador muy fuerte. Al principio nos fatigamos un poco por cómo empezó la pelea. Pero al poco tiempo cogimos nuestro ritmo y así ganamos la pelea”, dijo Álvarez tras el pleito. “Pelear con alguien como Kirkland es lo que me gusta y a la gente le encanta”.
Kirkland lastimó a Canelo con una diestra arriba, pero el pelirrojo supo mantener la calma y la defensa de manos arriba. Se recuperó y terminó el asalto tirando de tú a tú ante un Kirkland nuevamente herido.
El tercero comenzó con Kirkland aún lastimado y Canelo certero y con un segundo aire. Derribó a su rival dos veces –la segunda de manera definitiva- y fue declarado ganador.
