Una noche prácticamente perfecta para Indiana.
Los Pacers vencieron por 112–89 a Miami Heat en Indianápolis en la noche en la que Paul George volvió a jugar un partido tras 8 meses recuperándose de su fractura en la pierna.
George, saliendo desde el banquillo, disputó 15 minutos en los que logró 13 puntos, 2 asistencias y 2 rebotes con 5 de 12 en tiros de campo y ayudó a su equipo a conseguir una importantísima victoria.
“Todo lo que esperaba”, dijo George en declaraciones recogidas por Associated Press. “El momento de la bienvenida al partido ha sido probablemente el mejor momento que he tenido. Fue difícil no emocionarse en ese momento”.
Los aficionados recibieron a George con una calurosa ovación cuando el alero debutó esta temporada en el minuto 6:26 de partido, celebrando cada canasta que consiguió como si fuera un buzzer beater.
George se mostró aún lejos de su máximo potencial, pero el hecho de volver esta temporada tras haber sido descartado para toda la campaña el pasado 2 de agosto cuando fue operado pone en evidencia el trabajo que ha puesto detrás para su regreso.
Incluso sus dos triples consecutivos al comienzo del cuarto periodo fueron determinantes para el resultado del encuentro.
“Le hemos visto jugar durante cinco semanas así que lo que hemos visto hoy no es diferente de lo que hemos estado viendo”, dijo Frank Vogel en referencia al periodo que lleva George entrenando con el equipo. “No ha liderado la liga en anotación, pero ha sido el mejor jugador combinando ataque y defensa en este deporte, y creo que hemos visto mucho de eso hoy y de como impacta a ambos lados de la cancha”.
Mike Krzyewski, entrenador de Estados Unidos en el momento de la fatídica lesión de George, estuvo con el jugador antes del partido en un encuentro privado.