Desde el sábado pasado pertenezco a la directiva de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD). Llegué a este puesto de vocal como representante de un grupo de comunicadores especializados en deportes que piensa, y así lo hizo saber, que esta entidad necesita una renovación.
Existió la intención de presentarnos como plancha y no se pudo por temas burocráticos. De todas maneras nuestro grupo negoció la entrada de dos miembros a la directiva: Julián Suero y un servidor. También se acordaron otras cosas que no mencionaré aquí.
Escribo esto a modo de explicación pública y al mismo tiempo para dejar constancia de los hechos. Pensando en el futuro.
Nuestro grupo tiene planes para ejecutar eventos que promuevan, principalmente, la capacitación de los cronistas. También queremos conversar con los medios y ligas profesionales (Lidom, LNB, LDF, etc) sobre mejores relaciones laborales y de convivencia, entre muchas otras cosas que se conocerán en su momento.
La ACD debe ir más allá de dos premiaciones y un “junte” navideño.
Satosky Terrero, Melvin José Bejarán, José Luis Mendoza, Luis Miguel Castillo, Jhonatan Tiburcio, Alberto Rodríguez, Orlando Méndez, Héctor Gómez, Dionisio Soldevilla, José Antonio Mena, Juan Carlos Santana, Iván Ramos y José Alberto Ortiz, todos, en algún momento de los últimos tres meses apoyamos que la ACD busque un cambio.
Si muchos de nosotros estábamos alejados se debe a que la entidad no nos atrajo por una u otra razón, y hay tanta responsabilidad de nosotros como de directivos que no logran interesar a sus miembros.
La desidia de no ir a votar por las mismas personas creó la condición de pasivo de un alto porcentaje de la membresía. Casi el 70 por ciento de la membresía se abstuvo de votar el pasado sábado.
Desde adentro veremos qué podemos cambiar para bien y vamos a apoyar las iniciativas positivas de nuestros compañeros.
Es hora de trabajar, pero aquí dejo el documento que da fe de que no voy a la directiva a título personal, sino como representante de una nueva visión.
