SANTO DOMINGO - Los Venados de Mazatlán, campeones de la Liga Mexicana del Pacífico, ya tienen un pie en las semifinales de la Serie del Caribe 2016, aunque para ello han tenido que ser más fieras que las fieras.
Primero se comieron a los Leones del Escogido, titulares de la pelota dominicana. Un día después, devoraron a los Tigres de Ciego de Avila, monarcas del béisbol en Cuba.
Con dos victorias, los mexicanos ya tienen prácticamente asegurado al menos el cuarto lugar de los clasificados, gracias a su efectivo pitcheo y a una ofensiva que supo sacar ventaja de las flaquezas defensivas de los dominicanos y de la debilidad de los lanzadores cubanos.
En el juego que abrió la segunda jornada del certamen caribeño, el derecho Eddie Gamboaabusó de los bateadores de Ciego de Avila con su bola de nudillos, un envío prácticamente inexistente en el torneo doméstico de la isla.
En las cinco primeras entradas, Gamboa pintó de blanco a los cubanos, con tres hits, cuatro ponches y sin regalar pasaportes, aunque en el inicio del sexto ya mostró cansancio y aceptó cinco imparables y tres limpias, después de haber sacado los dos primeros outs.
Pero el relevo le funcionó a las mil maravillas al manager Juan José Pacho y los apagafuegos cortaron las amenazas de una tanda que demostró capacidad, al disparar 11 indiscutibles, dos más que sus rivales.
Pero del otro lado, cada serpentinero que utilizó Roger Machado, mentor de los cubanos, fue bateado libremente por la tanda azteca, encabezada por el cátcher Sebastián Valle, remolcador de cinco carreras.
Valle conectó un doblete con bases llenas que limpió los senderos en el segundo capítulo, para las tres primeras carreras de Mazatlán.
Y en el cierre del séptimo volvió a limpiar las bases con un biangular que encontró dos compañeros en la ruta.
El cubano Yuniesky Betancourt, antesalista de los Venados y ex jugador de Grandes Ligas con los Kansas City Royals y los Milwaukee Brewers, también castigó con el madero a sus compatriotas, con dos imparables en igual cantidad de turnos, par de boletos, una remolcada y tres anotadas, mientras que Cyle Hankerd se apuntó un bambinazo solitario, primer batazo que sobrepasa las cercas del estadio Quisqueya en el torneo.
El abridor de Cuba, Vladimir García, retiró de 1-2-3 en primer inning y se le acabó la gasolina pronto, al saltar de la loma en el segundo episodio.
Machado envió entonces de relevo al zurdo Yoanni Yera, quien se suponía que sería el abridor del miércoles frente a los Cangrejeros de Santurce.
Luego salieron a lanzar con igual inefectividad Yaifredo Domínguez y Alfredo Lahera, mientras que solamente Yander Guevara dominó a los cuatro bateadores que enfrentó.
Lahera y Guevara son habituales abridores en las series nacionales.
Pero es que así se juega la pelota en Cuba. Abridores que relevan, de acuerdo con la necesidad del momento, sin la especialización a que estamos acostumbrados en el béisbol moderno.